Fidelidad y Legado en 25 años

Fidelidad y Legado en 25 años by Victor Abdiel Photography

Fidelidad y Legado en 25 años

Como fotógrafo todo evento nos pone nerviosos. Sabemos lo importante que es nuestro trabajo. Estamos creando memorias, estamos deteniendo el tiempo en una imagen. Desde los 12 años de edad acompañaba a mi papa a las bodas como su asistente. Así que, ya he perdido la cuenta de cuantas bodas o Aniversarios he estado. Pero este aniversario que les voy a contar, no era uno más. Era el aniversario #25 de Johana y Abraham, amigos muy especiales de la familia. Lo brutal es que mi padre fue el fotógrafo de su boda el 12 de diciembre del 1992.

Pensar que hace 25 años (cuando apenas era un niño de 6 años) mi padre Victor Mateo Rincón capturó el momento de su boda, y ahora a mi me tocaría seguir el legado fotográfico de capturar la celebración de 25 años de fidelidad matrimonial es una responsabilidad enorme. Por un lado, seguir el legado de mi padre, y por el otro, el ser testigo de 25 años de fidelidad matrimonial.

Esta hermosa pareja reunió 250 invitados para esta celebración. Era séquito más grande que he retratado, 25 parejas que representaban cada año de matrimonio y cada una de ellas eran legamente casadas. La preparación fue en el Hyatt place en San juan. Allí parte del séquito le ayudaban en la preparación. También había un invitado muy especial Pirata, un lindo Shitzu que fue rescatado y querido como un hijo para ellos. Su nombre se debe a que le faltaba un ojito, pero allí estaba el, elegante y cariñoso, hasta con el fotógrafo.

Dios, en su providencia no les había concedido tener hijos, por esta razón les llamaban los tíos. Habían ganado muchos sobrinos y sobrinas de la familia y aun fuera de la familia. Este matrimonio ejemplar por testimonio, llenaba de admiración a todos. Su vida de entrega hacia los demás, fue el resultado de un evento lleno de emociones y amor de todos los invitados hacia ellos. Así mismo la ceremonia transcurrió entre alegría y lágrimas. Entre canciones y exhortaciones de su Pastor.

Al llegar a la ceremonia, la decoración vislumbraba el lugar. Comenzó el desfile, cada uno de los matrimonios del séquito bajaban las escaleras del Centro Sila Marie Calderón en San Juan. Cuando llegó el momento de recibir Johana y Abraham, todos más de 250 invitados se pusieron en pie y comenzaron a aplaudir y celebrar ese momento. Recuerdo que estaba detrás de ellos capturando el momento, y lo que se sentía era indescriptible. Como fotógrafo nunca había sentido lo que sentí en aquel momento. Los aplausos se prolongaron, no se acababa aquel tiempo. Johana y Abrahán se miraban y comenzaron a bajar las lágrimas por sus ojos. Yo por otro lado luchaba con secarme las lágrimas también para poder seguir capturando el momento. Entre lagrima y emoción me logré colocar en el ángulo perfecto que enmarcó ese momento. No sé cuánto tiempo duraron las ovaciones, pero si se que no fue corto. Los invitados se desbordaron en aplausos y gritos de celebración en demostración al respeto, cariño y admiración a este matrimonio.

Llevo guardado este momento en mi corazón, con la esperanza de que un día seamos mi esposa y yo quienes protagonicemos un momento como este. Con la ayuda de Dios